Hoy se cumplen diez años de la muerte del maestro Antonio Vega. Aquella mañana del 12 de mayo de 2009 una llamada de mi pareja al trabajo me daba la inesperada noticia, inesperada porque no tocaba que se fuese tan pronto. Antonio estaba pletórico, en medio de una gira en teatros maravillosa, con una banda irrepetible, preparando un disco instrumental que yo, que siempre he ensalzado la figura de Antonio también como excelente guitarrista, esperaba como agua de mayo. Pero no pudo ser.
La música de Antonio, desde sus inicios con Nacha Pop, es una parte muy importante de la banda sonora de mi vida. Cada canción me traslada a distintas vivencias que permanecerán para toda la vida. No soy capaz de recordar las veces que le habré visto en directo (tanto con Nacha, como en solitario) pero si me quedo con algunos momentos, el concierto de despedida de Nacha Pop en 1988 en Jácara y, sobre todo, esas maravillosas noches en Clamores. Cada noche en Clamores era diferente pero todas tenían un denominador común, ese silencio sepulcral mientras el maestro interpretaba, aún se me ponen los pelos de punta.
Podría pasarme días escribiendo sobre canciones, conciertos, músicos que colaboraban con Antonio, pero hoy no toca, habrá tiempo para eso. Hoy simplemente compartiré parte de lo que lleva todo el día sonando en mi casa, y sobre todo en mi cabeza.
Maestro, seguro que hoy estarás luchando con algún gigante, entre estación y estación, desde el sitio de tu recreo.
GRANDE ANTONIO
Fantástica selección de audios. GRACIAS
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